Un(a) niño(a) de tercera cultura (TCK / 3CK) o niño(a) trans-cultural es "una persona que, como menor de edad, pasó un período extenso viviendo entre una o mas culturas distintas a las suyas, así incorporando elementos de aquellas a su propia cultura de nacimiento, formando una tercera cultura."

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domingo, 12 de enero de 2014

El Verbo Carne

Antes que nada, quiero aprovechar esta oportunidad para desearles un muy feliz año lleno de alegría, éxito y muchas bendiciones. Cuando tomamos la pausa festiva, estábamos visitando Barcelona y su plétoras de sitios interesantes. Desde el primer momento que besé suelo catalán, me empecé rápidamente a enamorar de su gente, un equipazo de fútbol (pensando aquí en los Culé), su arquitectura única y una diversidad culinaria increíble.  

Mi querido amigo Pablo llevando el número 4

Hoy partimos rumbo a la gastronomía pero específicamente en la triple amenaza en cuánto a mis grandes intereses generales: la Argentina, el fútbol y las vacas (hablando aquí del vacuno). En mi primer mes al otro lado del charco, tuve el gran placer de vivir entre argentinos, un pueblo muy querido para mí y quienes compartían Gràcia conmigo. Les aseguro que es difícil encontrar gente con más pasión, afección, delicadeza y tono melódico que estos. Muchos de ellos han hecho raíces en las tierras fértiles de Barcelona desde la gastronomía hasta las instituciones bancarias – no olvidemos los compañeros de piso – dejando en la garúa bonaerense recesiones, corralitos y otros desafíos.

Siendo personalmente parte integral de una cultura carnívora como muchos canadienses y estadounidenses, quienes no podemos salir de casa sin un asador (por eso vemos en nuestros parques públicos tantos lugares para hacer asados), verán que las mejores carnes en La Madre Patria se limitan al cerdo y el pollo. Aunque son nobles criaturas, la ternera del Reino Español llega a causarnos una leve depresión y/o deficiencias de hierro en el sistema sanguíneo. Ese torito se encuentra algo duro, cansado y poco masticable, un hecho sorprendente viendo que se habla de la cuna de la corrida de toros.

Una tarde gloriosa, bajo la mano de Dios (metáfora de la iglesia maradoniana) proponiéndole a mi compañero de piso argentino de invitar a su inquilino canadiense a cenar un buen asado argentino. Nos dirigimos estratégicamente en dirección poniente del Carrer Gran de Gràcia hacia Carrer Santaló 73. La meta final era Las Cuartetas, el héroe de la carne, del vino y del postre argentino. ¿Qué sería del mundo sin una buena carne acompañada de su debido chorizo y morcilla que se derriten como ángeles en el cielo? Lionel Messi, Gabriel Milito y otras interesantes personalidades de la Albiceleste frecuentaban regularmente este noble establecimiento.

Un pequeño salón de la fama dentro de Las Cuartetas


Luego de una comida paradisiaca y una buena inversión de Euros, me preparaba a partir cuando me encontré con Pablo Zabaleta, un jugador del RCD Espanyol en aquella época. Ahora, podría decirles que terminamos entendiéndonos perfectamente y salimos a romper todo, pero realmente estaba en su móvil. Como buen ciudadano, interrumpí su llamado, le tendí la mano y lo felicité por haber aprendido todo de mí. Si en algún momento están por Barcelona, no duden en visitar Las Cuartetas para cenar como un buen gaucho y ver un pedazo de mi Buenos Aires querido en tierra extranjera.