Encaramada a la orilla del
Atlántico, la bella Lisboa tiene una biografía impresionante con su primer
capítulo empezando antes de los imperios romanos y fenicios y sigue
desarrollando una cultura moderna propia. Es una ciudad global siendo un centro
financiero, artístico, de comercio internacional y turístico. Un tercio de la
población del país llama el área metropolitana su dulce hogar.
Uno de los preciosos paseos peatonales de Lisboa |
Por supuesto que mi único punto
de referencia de Portugal antes de visitarlo en el 2007 era Brasil. Claro que
algunos de ustedes pensarán que esto es algo curioso pero también se puede
decir lo mismo considerando las similitudes entre Rio de Janeiro y São Paulo.
Cuando uno se pasea por las veredas dotadas de piedras pasadas por un manicure
meticuloso, se compara a las tremendas pasarelas a lo largo de la famosísima
Copacabana. Otro grave error conceptual del que se prepara a visitar Portugal
es igual a su vecino ibérico.
El centro de la ciudad es
sumamente compacto – no existe mejor descripción – y esta es una gran ventaja,
permitiendo al turista cubrir más terreno a pié. El enorme inventario que tiene
Lisboa de iglesias nos facilita presenciar una historia rica arquitectónica si
por acaso no se dan cuenta que hay un muro romano. La Catedral de Sé fue construida
en la era de la reconquista del siglo XII y el Castelo São Jorge construido en
el siglo XI tiene como cimientos construcciones itálicas.
El Mosteiro dos Jerónimos, un
monasterio colosal detallado usando el estilo Manuelino bautizado en honor a
San Jerónimo, el santo patrón de los intérpretes fue uno de mis sitios
favoritos. En aquella época, yo trabajaba como interprete y traductor, lo cual
hacía de esto una linda coincidencia. Esta elegante edificación fue una vez la
funeraria real durante la ocupación española lo cual explica el motivo de todas
las tumbas y sepulcros. Para los hinchas del futbol brasilero, aquí se puede
visitar a Vasco de Gama y pedir por un triunfo en el torneo Carioca (buen
chiste).
El monumento al descubrimiento y el monasterio en el fondo |
Al pasear a lo largo del Río Tajo,
hay dos monumentos preciosos. El primero es más obvio (sabrán si deciden ir
algún día o han estado) es la hermana del puente Golden Gate llamada Puente 25
de Abril, atravesando la bahía. La segunda es otra de mis favoritas conocida
como el Monumento al Descubrimiento, un recordatorio importante de los grandes
navegadores portugueses arriesgando todo en unos barquitos “mal vestidos.” ¡Descubran
la emperatriz del Atlántico!
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