El
Canadá entero se acomoda este fin de semana en los brazos de Morfeo con una
barriga repleta de pavo. Esta costumbre se repite de manera anual con el motivo
de festejar el Día de Acción de Gracias en familia – el de los americanos viene
más tarde, así que el nuestro es el verdadero. La comida tradicional a la hora
de la cena es un glorioso pavo relleno (sin el relleno, lo siento pero “no hay
pavo”), una salsa suculenta a base del jugo del mismo pavo, unas papas suaves y
doradas hechas al horno junto con el pavo, chícharos y zanahorias (y sí, estos
últimos no necesitan ningún adjetivo especial). Nos reunimos en familia para despedir un
verano que nos trajo muchas alegrías, preparándonos para un invierno que no
perdona al desabrigado. Sin lugar a duda, este día festivo es uno de mis favoritos, sobre
todo porque es la última reunión familiar antes de la Navidad y de ahora en
adelante, nuestras vías se cubren bajo un manto blanco y nevado de varios metros.
El invitado especial para la cena de familia |
En tiempos pasados, nuestros
ancestros se reunían a cenar en su comedor, agradeciendo una cosecha abundante.
Siempre me he dado cuenta que las familias más unidas son las que siempre se
sientan a comer juntos, todos alrededor de la mesa, aprovechando la compañía de
todos los seres queridos. La comunicación significa todo hoy en día, ¿no les
parece? Esta preciosa y elegante ave, nacida en el nuevo mundo (realmente un
regalo de Dios), viene a tomar el lugar del ganso (no me refiero al futbolista
brasilero) que acostumbra ser el invitado de gala en comidas tradicionales
inglesas. En aquellos tiempos coloniales, si los granjeros y campesinos que
trabajaban la tierra decidían poner a un lado sus obligaciones, los inviernos
podrían parecer eternos y el peor castigo hubiera podido ser un viaje todo
incluído a la vida eterna. No existían los Sam’s Club, Costco ni Walmart en
aquellos tiempos – ¿quién podría imaginar vivir en un mundo así? Hoy en día, se da por
sentado el hecho de poder ir a cualquier supermercado, a cualquier época del
año y comprar fruta “fresca.” Los tratados de libre comercio que hemos logrado
firmar a lo largo de estos años nos ha tremendamente facilitado abastecer
nuestros comercios.
El Día de Acción de Gracias nos
permite darnos cuenta de todos nuestros triunfos. Además, todos sentimos que
merecemos ese descanso. No olvidemos tampoco, todos aquellos regalos
inesperados que recibimos a lo largo del año, enriqueciendo la calidad de
nuestras vidas. Pasamos mayormente nuestros días hábiles dentro de ambientes
acelerados, lo cual nos lleva a olvidar todos esos elementos que son una
bendición. Todos hemos sido culpables en algún momento u otro de quejarnos con
nuestros amigos y familiares que queremos más de lo que nos ofrece la vida o
preferimos estar en circunstancias distintas. Todos recorremos nuestro camino
de manera única y no existe una solución universal para llevar a cabo nuestra
gran obra. Es impresionante como todos hacemos poco caso a las cositas (y cosas
aún más grandes) que nos hacen muy afortunados y hasta envidiados por otros. Lo
que debemos hacer más a menudo es hacer un buen negocio, invirtiendo nuestros
recursos en relaciones que consideramos importantes, en vez de poner estos de lado o echarlos en el cajón del olvido.
En esta temporada en la cual
damos gracias, me permito agradecer a mis amigos más queridos al igual que mi
familia por todas sus atenciones y apoyo durante un momento muy difícil en cuanto a mi salud. El 24 de junio, festejé el día de San Juan en la sala de emergencia
después de haberme desgarrado el tendón de Aquiles, algo que no le recomiendo
ni a mi peor enemigo. Lo positivo es que perdí un par de kilos debido al trauma
– y tan tremendo ha sido, les cuento - los cuales no quiero volver a recuperar.
Igual así, dudo que ésta sea la mejor táctica para perder peso. Todas sus
visitas, llamados telefónicos, e-mails – no olvidemos los Tazzo chai de soya de
Starbucks – haciéndome saber que cuento con ustedes. Ése para mí, es el mejor
regalo que me pueden haber dado y durará para siempre, lo cual no se puede
decir de cosas materiales. De hecho, en momentos tales como éste, uno se da
cuenta realmente de quiénes son los verdaderos amigos y me siento realmente
privilegiado por ese gran cariño. Ahora, seguiré por mi camino hacia la
fisioterapia con vista a un futuro aún más sano y prometedor.
Un hombre sano con un pie izquierdo muy especial |
En el espíritu del Día del Pavo
– realmente, es más como un fin de semana completo dedicado al pavo – espero que todos tengan
cuidado al estar detrás del volante y coman pavo en moderación. Esta
maravillosa ave tiene propiedades somníferas. Es un momento en el que la
alegría, el amor, la amistad y tiempo de calidad con los seres queridos son los
ingredientes más importantes en esta gran reunión familiar. Esos buenos momentos que vamos haciendo en nuestras vidas son los momentos muy especiales que apreciamos, dándonos energía para sobrepasar
cualquier obstáculo en el camino. También es el momento ideal para salir de
casa para ayudar a los que han tenido menos suerte. Esa gente necesita un plato
de comida caliente y una sonrisa para alegrarles el día. ¡Un muy feliz pavo
para todos!
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