El
Colegio Roosevelt fue un gran colegio para estimular la creatividad. El
elemento más fuerte del sistema educativo estadounidense es el ambiente que
fomenta la imaginación en la mente de su población joven. Por este motivo,
siempre estaré agradecido a mis queridos vecinos continentales. Como ya sabrán,
mi pasión desde temprana edad en el ambiente escolar siempre fue la historia.
Debía enterarme de absolutamente todo. Al llegar el fin de mi estadía en Lima,
estaba muy entusiasmado porque nuestro maestro de historia, Mr. Cotner, nos dio carte blanche
para preparar nuestro proyecto de fin de curso. Se abrió el cielo dejando
atravesar un rayo divino empatando la imaginación con la historia. Reaccioné
ante tan buena noticia, reclutando mis muy queridos secuaces, Alejandro, Crack,
Glen y William (el otro, no el que les está tecleando) y abrimos la puerta a
algunos compañeros que no tenían equipo.
Frustraciones del proceso creativo |
No había lugar a duda que nuestro tema tenía
que ser La Revolución Cubana. De todos los conflictos que estudiamos a
lo largo de nuestra carrera escolar fue la que más interés me suscitaba, sobre
todo al tener poco tiempo de haber vuelto de viaje de esa bonita isla
– no la de Madonna si no la que está en el Caribe. Estábamos todos
convencidos que la mejor manera de presentar este tema era usando la vía
audiovisual. La mayor parte de la gente prefiere esta metodología en vez de
escuchar tan solo palabras sin ningún sentido balbuceadas por un ser que le
gusta escuchar su propia voz. Y si está de acuerdo con eso, seguro estará aún
más tratándose de un público de adolescentes. A esa edad, todos somos – claro
que es lo que pensamos – unos cancheros
y nada nos puede impresionar. ¡Ya
sabemos todo! Todos hemos estado en esos zapatos para poder aceptar de alguna
manera tal estereotipo. Esto fue los que nos motivó a comunicarnos creando el
mejor video producido en casa en la historia del cine amateur sin
patrocinio.
Este proyecto generó mi primer experiencia en
el mundo de los guionistas. Ya veía un futuro prometedor nada más y nada menos
en Hollywood. Claro que también deseo añadir, que fue un tremendo guión
considerando que mi formación fue por los canales televisivos del muy didáctico
Cable Mágico – doy gracias particularmente a HBO Olé, Cinemax y MTV Latino para
citar algunos. Bueno, no olvidemos esas caídas teatrales que existen en el
mundo del futbol. Nadie me obligó a tomar el mando como director, guionista,
productor, casting, etc. Lo que nace de la pasión le lleva a uno a mover montañas
y siempre acepté la colaboración de mis colegas. Veo ahora que también fue mi
primer intento como jefe de proyectos y un gran ejemplo de liderazgo. La
historia empieza con Fidel Castro (su servidor presente), el Che
Guevara (William Erickson) y Camilo Cienfuegos (Alejandro Alves)
tomando el Capitolio Nacional en La Habana (nuestro salón de clase) derrocando
al malvado dictador, Fulgencio Batista (nuestro profesor Mr. Cotner)
apoderándonos del gobierno. Claro que desde el inicio, esta producción fue
totalmente impeccable e inmaculada, mereciendo un Oscar.
Los que estábamos involucrados en este
proyecto, demostrábamos tanto entusiasmo y alegría que recuerdo ver que
recibíamos voluntarios que querían formar parte de la película. La mejor escena
que filmamos fue en el centro comercial Larcomar en Miraflores, donde Fidel, El
Che y Camilo querían ir a tomar el sol en Playa Girón – así le pusimos el apodo
a esa playa en plena costa limeña – y supuestamente nos habíamos perdido al
intentar de llegar a este punto clave. Eso no es muy caracteristico de nuestro
Fidel, ¿no creen? Filmamos la entrada de los tres amigos al Hard Rock Café de
Larcomar recibidos por el Maitre D’ quien nos orientó hacia la playa, todo
capturado en cámara. Fue una gran colaboración. Al llegar a la Playa Girón – un
asentamiento dentro de la Bahía de Cochinos – los no-tan-barbudos
descansaron a la entrada de la casa en la playa de Fidel – un baño público –
donde un grupo armado únicamente con puños y mal aliento – nuestros voluntarios
extra – para intentar de quitarnos nuestra Cuba. Claro, tal como lo indican los
libros de historia, no lo lograron. En nuestro caso, no se tuvo que derramar ni
una gota de sangre.
Camilo, Fidel y El Che apreciando el Hard Rock Café |
El ingrediente más importante para crear un
ambiente positivo en el mundo de la educación, sobre todo con adolescentes, es
darles espacio para crecer. Si demuestran entusiasmo y no se desvian de su
labor, se debe hacer todo lo posible para apoyar esa pasión o apartarse si el
caso lo dicta. Mr. Cotner fue ese tipo de profesor. Durante todo el tiempo que
estuve en ese colegio, jamás escuché ningún comentario negativo ni ninguna
queja con respecto a él, su persona o su metodología. Me gusta pensar que él
sólo quería dar el ejemplo. Nos dio las herramientas necesarias para tomar
decisiones estudiadas de manera independiente y estar dispuesto a enfrentar las
consecuencias. El nos preparó, sin que nos diéramos cuenta, a enfrentarnos al
mundo después de Roosevelt. En la mayoría de las universidades en mi continente
de origen, te dejan en un tanque de agüa para ver si te ahogas o nadas. Gracias
a la disciplina que adopté en mi curso de historia, siempre logré mantener la
cabeza por arriba del agüa. Lo único que lamento es no tener ese video, perdido
en la historia como si fuera por pura ironía. Esta película fue verdaderamente
un clásico ejemplo de un montaje de cine producido en casa.
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