Entre los iconos más importantes
reflejando nuestra imagen única al mundo entero, se encuentra en un pequeño pueblo alejado
a 50 minutos en coche de Halifax. Muchos alrededor del planeta conocen (sin
realmente saber el nombre) ese faro alto, rojiblanco en un paisaje abierto
rociado por la furia del océano estrellándose contra su base rocallosa. Esta torre solitaria es sin lugar a duda un hito canadiense reconocido
en el mundo, no tanto por su propósito – guiar el tráfico marítimo hasta el
puerto de manera segura es una empresa noble – pero por su esplendoroso paisaje
natural, haciendo de Peggy’s Cove un lugar digno de ser visitado, sin titubeos.
El faro de Peggy's Point |
Visité la pequeña aldea de
pescadores en Peggy’s Cove el verano del 2005 y lo primero que pensé al
admirarla fue como si me estuviesen mostrando una foto recortada de una revista
de National Geographic o si prepararon la ciudad para presentársela a su novio.
Todo parecía tener su lugar debido, empezando por las pequeñas casitas
construidas en parte sobre las rocas y la otra parte sobre el agua, todo esto seguido
por las redes de pesca derramadas por la calle en primer lugar, presentando un
verdadero desfile de colores y todas listas para el despliegue en campo de
batalla, terminando por los barcos en
fila esperando sus tripulantes para una nueva aventura en altamar. El ingreso recaudado
por sus habitantes con respecto a la pesca ha sido completamente eclipsado por
su industria turística, que ha ganado un tremendo impulso continuo desde el
final de la Segunda Guerra Mundial.
El faro, oficialmente nombrado Peggy’s Point Lighthouse, es uno de los
edificios más fotografiados en el Atlántico canadiense y ha tomado un papel
protagonista en la campaña internacional de relaciones públicas del Canadá.
Recuerdo presenciar tanto cuando niño como adulto durante importantes eventos
culturales, la inclusión de este lugar en todas nuestras propagandas visuales
promocionando el país. ¡Gracias Nueva Escocia por ese esfuerzo patriótico que
nos ha puesto en el mapa! Cuando estuve visitando esta estructura, el faro aún
era operado por los servicios de Guarda Costa canadienses. En 2010, esta misma
organización la determinó excedente debido a todos los adelantos tecnológicos
en el mundo de la navegación marítima y desde entonces, quedan muchas
interrogantes en cuanto al próximo inquilino. Esto podría ser un nuevo tema
para una serie reality de televisión.
Nuestra sociedad sigue
evolucionando rápidamente hacia la modernización – en la actualidad, todo corre
el peligro de volverse obsoleto – y debemos despabilarnos para preservar los
aspectos importantes que cuentan nuestra gran historia. El correo Canada Post cerró su oficina en el faro,
explicando el riesgo a su efectivo por estar plagada de moho. Esto fue
prácticamente el tiro de gracia al presupuesto de este edificio y significaba
un aumento a la carga del contribuyente, ya ofuscado por el turbulento estado
de las cuentas públicas. Lo último que he indagado acerca de la supervivencia
de nuestro pequeño gigante que ahora forma parte de una recesión global, es que
tenía hasta mayo del 2012 para ser incluído a la legislación de Protección de
los Faros Históricos (Ley S-215) o sería propenso – penosa jubilación para un funcionario que
cumplió 97 años de servicio a su patria. Se insinúa que la provincia de Nueva
Escocia se hará cargo de mantener esta estructura pero hasta ahora, no hay nada
seguro.
El pueblo de Peggy's Cove |
Por ahora, este lugar encantador sigue acogiendo
visitantes con los brazos abiertos, aunque sé que las visitas se hacen
principalmente en temporada alta – normalmente empezando a fines de abril hasta
octubre. Supongo que se puede ver perfectamente el faro de lejos durante el
invierno junto con el resto del asentamiento compartiendo un parecido a los
pueblos fantasma de las películas Western
pero bajo una capa de nieve. Es realmente una parte única de nuestro gran país,
con o sin faro. El futuro de todo este pueblo está bajo la marca del
francotirador fiscal buscando eliminar gastos. Para ellos, perder su protagonista sería igual de grave que
una selección argentina sin Leo Messi – ¡Me cortaron las piernas, pibe! El terreno
de juego para ellos se volverá equitativo con los otros pequeños pueblos que
luchan diariamente contra la realidad de un mercado de trabajo limitado.