Un(a) niño(a) de tercera cultura (TCK / 3CK) o niño(a) trans-cultural es "una persona que, como menor de edad, pasó un período extenso viviendo entre una o mas culturas distintas a las suyas, así incorporando elementos de aquellas a su propia cultura de nacimiento, formando una tercera cultura."

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domingo, 25 de agosto de 2013

El Arte de la Burocracia


No importa donde uno viva en este globo terráqueo flotando por el universo infinito, existe una verdad constante: quizás no tenga ganas de hacerlo, sueña tener uno mejor o está arrancándose el pelo en busca de uno. Y sí… me refiero a un empleo. El dinero no es todo, pero como ayuda y la Madre Patria no es una excepción.



Cuando volví a mi linda tierra natal, el gobierno de Ontario me hizo pasar por un tremendo mambo para obtener un permiso de conducir (es entendible viendo que nunca antes había manejado) y por el seguro de salud público. Ontario aún depende en gran parte de un sistema de salud social respaldo por los impuestos del ciudadano. Para que se abran esas puertas a la “salud gratis”, el abracadabra necesario es de vivir seis (6) meses en la provincia. Antes de eso, no se vaya a enfermar o lesionar. No sólo duele pero puede salir caro.

Mi compañero de piso en Barcelona me informó que antes de empezar a trabajar y abrir una cuenta de banco, iba a necesitar un NIE (Número de identidad del extranjero). Este número de identificación es necesario para convertirse en un ciudadano español común y corriente. Para eso, debía presentarme a las 6:00 AM para hacer fila delante del edificio de Extranjería en Mare Magnum dado que sólo dejaban entrar un cierto número de personas antes del mediodía.

El Reino Unido es seguramente el líder en la creación de hacer filas, pero el Canadá no está nada lejos en igualarlo en cuanto a la producción inútil de papeleo al por mayor. Obligamos a todo canadiense de hacer fila y creo que nadie en este planeta ha llegado a nuestro nivel. Desde el café de Tim Horton’s por la mañana hasta pagar las cosas compradas en la tienda de dólar, somos expertos. Yo nací listo para hacer esa fila en extranjería. ¡Venga tío!



Lo más sorprendente para mí en este proceso del NIE, es que si uno llega temprano, el trámite burocrático no tarda ni un día en hacerse. Claro que deben estar preparados para llegar dos horas antes de que se abran las puertas al templo de la gloria, pero de allí, empieza el camino hacia el progreso. Si desea más informaciones sobre el NIE, no dude en visitar este sitio.

domingo, 11 de agosto de 2013

Un Diablo Sin Causa


Barcelona es una ciudad emocionante siempre poniendo de telonera sus eventos culturales. Los correfocs (la mejor traducción literal sería “corre fuego”) fue sin lugar a duda uno de los eventos más entretenidos que pude presenciar desde la via Laietana – también una de mis arterias preferidas en el centro de la ciudad.



Ahora, si me recuerdo correctamente, este desfile curiosomente tiene algo que ver con el Festival de La Mercè – Nuestra Señora de la Merced, la santa patrona del distrito de Barcelona. Esta celebración fue concebida desde hace unos 400 años cuando Barcelona sufrió una invasión de cigarras. No obstante, nunca me quedó muy claro como figuran los correfocs dentro del contexto.

Permítanme entrar más en detalle en cuanto a los correfocs, antes de que cambie de tema. Estos pueden manifestarse en diferentes formas durante el famoso desfile. En pocas palabras, son estatuas hechas en papier maché  representando dragones y diablos, bailando por las calles en la noche mientras que los transeúntes los animan. Bueno, ¿y qué tiene de emocionante? ¡Sale fuego por todas partes!

Seguramente, como muchas tradiciones en la península ibérica, los grupos se dividen en barrios, con cada uno encargado de su propia flota. Los que bailan siguiendo la procesión normalmente visten de negro y llevan máscaras diabólicas, escupiendo fuego y haciendo todo tipo de malabarismos. El desfile termina donde Barcelona recibe el mar en Mare Magnum.



Supuestamente, una de las más extravagantes expresiones de este aspecto cultural catalán se puede presenciar en L’Arboç. En la tarde del gran banquete, arman una réplica del infierno (como nos lo imaginaríamos) reproducida en la plaza principal. Los diablos incendiados bailan durante horas, disparando fuegos pirotécnicos de todo tipo. Una tradición curiosa, pero merece la pena presenciarlo en septiembre.