Un(a) niño(a) de tercera cultura (TCK / 3CK) o niño(a) trans-cultural es "una persona que, como menor de edad, pasó un período extenso viviendo entre una o mas culturas distintas a las suyas, así incorporando elementos de aquellas a su propia cultura de nacimiento, formando una tercera cultura."

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domingo, 3 de abril de 2011

Paraguay - Asunción, El Corazón del Chaco

En la planicie del Gran Chaco en la orilla oriental embalsamada de un clima cálido y semi-árido, yace Asunción, Paraguay.  Los limites fronterizos con Paraguay son la Argentina, Bolivia y Brasil, al mismo tiempo siendo los principales socios comerciales de este pequeño país. Además, es uno de sólo dos países del continente sin salida al mar y contiene una población de aproximadamente 6.3 millones de habitantes, predominantemente de origen mestizo - de antepasados de origen europeo y autóctono. También cuenta con varios asentamientos indígenas esparcidos por todo el país así como una colonia menonita con algunos vínculos con el Canadá. Mi padre viajaba con cierta frecuencia a estas regiones en visitas oficiales ya que nuestra Embajada en Chile tenia concurrencia con el Paraguay. La representación oficial del Canadá en la capital era un consulado que se dedicaba principalmente a iniciativas para el desarrollo, servicios de inmigración, comercio y a la vez asistir a los ciudadanos canadienses. Santiago tomaba cargo de las responsabilidades de tipo político. La primera vez que fui a Asunción fue en 1991 durante la pausa escolar de invierno que teníamos Brian y yo.  Estaba muy feliz de ir a conocer este país y descubrir sus tradiciones, acentos e idiomas. Es el único país de Sudamérica oficialmente bilingüe, reconociendo como idiomas oficiales el castellano y el guaraní, la lengua materna de los orgullosos guerreros del Chaco. La selección de fútbol nacional paraguaya utiliza el guaraní como método de preferencia ante sus rivales ya que este idioma no tienen ningún parecido al castellano ni el portugués.


Bandera de Paraguay, adoptada en 1988.

Durante el tiempo que estuvimos en Asunción, nos hospedamos en el Hotel Guaraní que contaba con una gran ubicación con vista espectacular sobre el Rio Paraguay que alcanzábamos a ver desde la ventana de la habitación. La elegante decoración así como las amenidades del local siendo una ganga debido al costo de vida, el cual es relativamente barato, comparado al de muchos otros lugares del mundo. Recuerdo que inicialmente quede sumamente sorprendido al consultar la lista de los artículos del mini bar y cada uno de ellos aparecía en esa lista con un valor dentro de los miles en su propia moneda, llamada también Guaraní. Claro esta que teniendo tan solo 10 anos y mis padres ambos dos proporcionando un estilo de vida responsable, no alcanzaba a entender el concepto del cambio de divisa. Sabía de la existencia del peso chileno, el guaraní paraguayo, el dólar estadounidense, pero no el concepto de los precios, entónces decidí que era mejor evitar los servicios que proporcionaba nuestro diminuto refrigerador. No quería propulsar una recesión económica en cuanto a las finanzas de mi familia. Al recorrer las calles aledañas al hotel junto con mi familia, me di cuenta de que la moneda local jugaba un papel secundario porque la mayoría de los comerciantes y tenderos, aceptaban con gusto efectivo en dólares de los Estados Unidos. Existía un componente ingles dentro de su propia cultura y este era el dólar americano. Supongo que durante nuestra estadía en la nación del Chaco, la inflación tal vez era muy elevada y al estarse devaluando su moneda, una más estable era bienvenida. Anteriormente, nunca había visto el uso de una moneda extranjera tan ampliamente utilizada.
El ir de compras en Paraguay era otra ganga. La gente llegaba de los países vecinos para comprar ropa hecha de cuero, artesanías y las leyes de derechos de autor eran bastante flexibles. El país tenia fama de copiar objetos de calidad y de vender toda clase de artículos robados. Las tiendas circundantes al hotel tenían una propia y excepcional elegancia. La mayoría de los negocios eran de coreanos - un gran numero de Coreanos se establecieron en Paraguay entre 1975 y 1990 -  y tenían una enorme dificultad en comunicarse en castellano. Me preguntaba si podían expresarse mejor en Guaraní - vendían todo tipos de artículos y objetos interesantes originarios de Asia. Mis padres nos compraron a Brian y a mi, dos pequeños radios para que pudiésemos escuchar nuestros casetes porque nos empezaba a gustar la música, por ejemplo Guns N' Roses, MC Hammer, Roxette y Vanilla Ice. No muy buen gusto pero musical claro, pero todos pasamos una época de gustos raros. Ni mi mamá ni mi papá contaban con la mala calidad en aquella época de la industria asiática emergente pero los radios no duraron mucho tiempo después de nuestro regreso a Santiago. Otros comercios cercanos vendían juegos de video para Atari y Nintendo en donde Brian y yo encontramos el juego de Ninja Gaiden. Era el sueño de todo niño el llegar a tenerlo. Mi padre descubrió otro juego de Lucha Sumo y nos lo compro pensando que era una gran adquisición para nuestra colección de juegos. Lo mas divertido de estos juegos era el conectarlos a la consola y tanto el dialogo como el texto eran en japonés. Era imposible de entender el juego Sumo en si, nos daba la impresión de que nunca llegábamos al fin pero nos hizo reír muchísimo.

Los vendedores ambulantes, lo que suele ser muy común en la mayoría de los centros urbanos de Latinoamérica, abundaban en Asunción. Los paraguayos era vendedores increíbles. Se veía gente parada en las esquinas de las calles vendiendo abrigos de cuero y en cuanto caía una lluvia torrencial inmediatamente lograban remplazar esa mercancía por paragüas e impermeables. !Que talento fenomenal! En uno de nuestras rondas por las calles, se nos acercó un hombre queriendo vendernos relojes de pulso. En su repertorio ofrecía marcas de alta escala a precios muy económicos como Cartier, Longines, Rolex y otras. A primera vista estos relojes lucían como muy buenas imitaciones. Era un tanto cuanto difícil el poder determinar si la apariencia iba de acuerdo al mecanismo interno y si este era de calidad superior. Este aspecto es la clave para regatear con el vendedor. La ley de la ciudad era negociar todo. Las etiquetas con precio eran inexistentes. Si acaba uno pagando $25 dólares US por un reloj en la calle, te conviertes en el chiste de toda la ciudad. Mi padre siendo muy generoso nos compró un fabuloso reloj barato a cada uno y los usamos inmediatamente. Me sentía tan feliz con el mio y no paraba de ver todo el tiempo la hora, a cada paso que daba. No recuerdo que marca era la imitación pero era digital y además hasta estaba marcado que era a prueba de agua. Sin embargo, una vez que estábamos de regreso en el hotel para arreglarnos para ir a cenar, recordé que me tenía que lavar las manos en el baño antes de partir y tenía puesto mi flamante accesorio nuevo el cual reprobó la prueba de agua. Me sentí tan decepcionado.


Maman, Brian y yo en frente del Palacio de los López

La mayoría de la población vive en casas humildes pero son orgullosos y emprendedores. Pudimos darnos cuenta de ello al hacer nuestras múltiples visitas en los lugares destacados de Asunción. El Palacio de los López es la sede oficial del gobierno nacional y el lugar desde donde trabaja el presidente. Este precioso edificio colonial blanco estaba rodeado de jardines bien cuidados inspirando tranquilidad y los arbustos estaban podados en forma de esferas. Me imagino que mi padre debe haber tenido que entrar a este palacio cuando solía acompañar al embajador de Canadá para la presentación de sus cartas credenciales al Presidente Andrés Rodríguez. Las personas que llegan hasta esta ciudad para conocerla también caminan por la Calle Palma, donde se encuentran algunos edificios coloniales de la era de los españoles que aun reflejan el paso de la historia para aprenderla. La arquitectura me pareció espectacular dando la bienvenida a cuanto peatón se acercara ya fuese de ahí mismo o extranjero. Otro lugar que no podía pasar por alto, era la antigua estación central ferroviaria, donde la mayoría de los trenes habían pasado de moda. Daba la impresión de que casi no se había utilisado la red ferroviaria aparte de los trenes que estaban relegados para el transporte de turistas para ir a los jardines botánicos. Los trenes que salían de la estación los alimentaban con leña lo que resultaba extremadamente caro para poder mantenerlos pero a la vez resultaba ser divertido verlos en acción. El transporte comercial e industrial en gran parte se hacia usando barcos y camiones. Por último, pasamos algo de tiempo en el zoológico para conocer el reino animal, con un recuerdo increíble de haber visto un pájaro enorme que parecía destacarse en el récord mundial de dejar su estiércol en el mismo montón.

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